La discapacidad intelectual cuesta muchos miles de euros a las familias y falta un reconocimiento por las autoridades públicas ante este caso.

Las familias vascas que cuentan entre sus miembros con una persona con alguna clase de discapacidad intelectual afrontan un sobreesfuerzo económico anual de 19,758 euros. Según el estudio El sobreesfuerzo económico que la discapacidad intelectual ocasiona en la familia 2014, presentado este mes por la Federación Vasca de Asociaciones en Favor de las Personas con Discapacidad Intelectual FEVAS, la inversión puede variar entre 13,770 y 47,504 euros en función del grado de discapacidad y de si viven en su hogar, o en una residencia.

Mikel Pulgarín, secretario de la Junta General de FEVAS, prefiere hablar de “inversión”, y no de gasto para la familia, y asegura que es “demasiado alta como para que se mire a otro lado”. Su esfuerzo sigue “sin estar suficientemente reconocido por los poderes públicos”.

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