Estos jóvenes atletas están imponiendo esta novedosa forma de hacer deporte en silla de ruedas en Argentina.

Están atentos al silbato. Siguen concentrados cada ejercicio. Hacen pases. Practican jugadas. Así se entrena la selección argentina de Powerchair Football en la sede de Pacheco de la UTN, con miras a los próximos desafíos internacionales.

Son ocho los chicos en sillas de ruedas motorizadas los que se mueven hábiles en la cancha, conduciendo la pelota. Su sonrisa refleja, en los hechos, la alegría de haber pasado de ser pacientes a deportistas, de espectadores a protagonistas, de hinchas a jugadores.

De hecho, todos visten la camiseta de la selección argentina o la de su club local. Todos son apasionados por este deporte que nunca pensaron que iban a poder practicar hasta que apareció esta modalidad en el país, de la mano de la familia Zegarelli.

“Formamos parte de una fundación en los Estados Unidos que se dedica a la atrofia medular espinal, que es la enfermedad de nuestro hijo Valen. En una reunión allá en 2011 vimos un stand de una madre sobre fútbol para personas en sillas de ruedas motorizadas. Enseguida lo quisimos traer a la Argentina. Somos una gran familia internacional, una comunidad de padres que estamos todos en la misma y nos ayudamos como podemos”, cuenta Mariano Zegarelli, que, junto con un grupo de padres en la misma situación, creó la Fundación Powerchair Football Argentina.

Para poder lograr que este deporte crezca a nivel nacional, la fundación necesita de donaciones individuales, de empresas y colaboración en la difusión.

Nota completa: http://www.lanacion.com.ar/1772650-powerchair-football-un-seleccionado-con-aspiraciones