La Fraternidad Cristiana de Personas Enfermas con Discapacidad (FENEF) y COCEMFE han elaborado, en colaboración con la Comisión de Damas invidentes del Perú (CODIP), un informe que estudia la situación de las mujeres con discapacidad durante la emergencia sanitaria por COVID 19 en la ciudad de Lima. 

El mismo ha sido llevado a cabo en el marco del proyecto “Impulsando el derecho de las mujeres con discapacidad a una vida libre de violencia y discriminación en Perú” y ha contado con el apoyo financiero del Ayuntamiento de Madrid y la Fundación ONCE.

 

Desventajas sociales y exclusión agravadas durante la pandemia

Algunos de los datos que ofrece ponen de manifiesto la situación de desventaja social en la que se encuentran las mujeres con discapacidad en Lima y ha servido para identificar las barreras y necesidades que enfrentan las niñas y mujeres con discapacidad en el contexto de la emergencia sanitaria por COVID-19. Estas barreras inciden negativamente en un amplio abanico de derechos, tales como el derecho de acceso a la salud, el derecho a la educación o el derecho a un trabajo digno. 

El informe aporta datos tanto cualitativos como cuantitativos que evidencian la precaria situación de las mujeres y las niñas con discapacidad, una situación que ya se producía antes de la pandemia, pero que se ha visto agravada por ésta.

 

“Los militares me detuvieron el otro día, cuando iba a comprar mis víveres. Empezaron a acosarme en la calle, me dijeron que yo no debería salir de casa para ir al supermercado porque estoy enferma”. (Testimonio de IDA, 2020).

 

Violencia hacia la mujer

El informe también revela que la mayoría de casos de violencia presentados durante la pandemia han sido dentro del hogar. Asimismo, se ha señalado que la ausencia de espacios colectivos como la escuela y el trabajo pueden afectar las herramientas con las que las mujeres con discapacidad cuentan para la detección de casos de violencia y/o la recepción de información para enfrentarla y denunciarla

Especialmente preocupante es la existencia de barreras para acceder a servicios de apoyo frente a la violencia de género. Los servicios para denunciar la violencia doméstica en Lima son particularmente inaccesibles para las mujeres con discapacidad: las líneas telefónicas de emergencia no suelen estar equipadas con servicios de interpretación para las personas sordas y sordociegas ni brindan medios alternativos de comunicación como chats o mensajes. Esto ha podido ser determinante en el hecho de que el porcentaje de denuncias de casos atendidos que involucran a mujeres con discapacidad sea mucho menor que el de mujeres sin discapacidad — en proporción al tamaño de población que representan— tanto durante el estado de emergencia como durante el año anterior a la emergencia. 

El informe deja claro que la emergencia por COVID 19 no es sólo una crisis de salud sino también socioeconómica y de género.

“Se trata de una crisis sin precedentes que ha sometido a una tensión
extrema los principios inspiradores del discurso de los derechos humanos”
(Blanco, 2020; p. 71).

Algunas de las conclusiones a que se ha llegado con este informe son las siguientes: 

  • La manera como se ha abordado la inclusión de la discapacidad en las políticas sociales anteriormente ha influido en la falta de visibilidad de las necesidades de las mujeres con discapacidad durante la pandemia.
  • Preexisten y se agravan las barreras para acceder a una educación de calidad, a un trabajo digno, a medios de subsistencia, además de situaciones de violencia.
  • La pertenencia a una clase económica más alta facilita el acceso a los recursos económicos y de apoyo.
  • La violencia doméstica es invisible durante la pandemia porque a las niñas y mujeres les resulta más difícil denunciar estas situaciones.
  • La necesidad de aislamiento físico también ha contribuido a la ruptura de las redes sociales de apoyo mediante las que habían logrado mayor independencia.

Finalmente, sugieren una serie de recomendaciones

Los gobiernos (central y locales) deben articular una recogida de datos que permita diseñar políticas acertadas, incluyendo en las mismas a las mujeres con discapacidad.

Las organizaciones de mujeres con discapacidad deben estar en primera línea de respuesta en el sentido de que ellas conocen en profundidad las necesidades del colectivo.

Asegurar una estrategia inclusiva de aprendizaje a distancia 

Facilitar y garantizar el acceso a los servicios de salud. Tomar en cuenta las variables discapacidad, género, edad y ámbito a la hora de contabilizar los contagios y los fallecimientos por COVID 19. Esto permitirá conocer la magnitud del impacto que está teniendo el virus en la salud de las mujeres con discapacidad.

Lee el informe completo para conocer las recomendaciones de COCEMFE, FENEF y CODIPO a las instituciones titulares de obligaciones y de responsabilidades en el siguiente enlace 👇

Situación de las mujeres con discapacidad durante la emergencia sanitaria por COVID-19 en la ciudad de Lima – Perú.