Provistas de carteles, el colectivo de Mujeres con Discapacidad participó de la marcha denominada “Día Internacional de la Mujer Trabajadora” que se realizó el pasado 6 de marzo en el Centro de Lima realizada en el marco del 8 de marzo por diversos grupos feministas y sociales. Mujeres con discapacidad visual, física y con secuela de parálisis cerebral demandaron a las autoridades y empresas realizar los ajustes razonables que les permitirán acceder y sostener un empleo, ya que solo 2 de cada 10 mujeres con discapacidad tienen un trabajo formal en el país.

Sólo dos de cada diez mujeres con discapacidad tienen un trabajo formal en el Perú.

En el Perú existen más de 3 millones de personas con una o más discapacidades, es decir, de cada 100 personas peruanas, más de 10 tienen dificultad para ver, moverse o caminar, oír, aprender o entender.

“Yo he logrado a base de mucho esfuerzo acabar los estudios escolares, universitarios y de postgrado, sin embargo, al buscar trabajo todas las puertas me fueron cerradas por mi condición de discapacidad, ya que tengo dificultades al hablar y movimientos involuntarios”, afirmó María Laura Muñoz, integrante de Fenamudip.

Además de la violencia física o psicológica, el colectivo de mujeres con discapacidad se considera también violentada cuando ignoran sus capacidades, cuando no se cumple con la cuota laboral o cuando no son incluidas en las políticas de género.

Imagen drante las acciones del pasado mes en Lima

EL PROYECTO «Hacia una sociedad pacífica e inclusiva: defendiendo los derechos de las mujeres con discapacidad en Perú», señala que las mujeres con discapacidad reclaman por la continua discriminación y violencia que les afecta cuando buscan acceder a una oportunidad laboral, así como por la carencia de un transporte accesible que les permita sostener un trabajo ya que muchas de ellas gastan hasta 800 soles al mes en taxis cuando sus sueldos apenas sobrepasan el salario mínimo vital.

El referido proyecto está conformado por integrantes de la Fraternidad Cristiana de Personas Enfermas y con Discapacidad (Frater), así como representantes de la Comisión De Damas Invidentes Del Perú (CODIP) y Federación Nacional de Mujeres con Discapacidad del Perú (FENAMUDIP) y cuenta con el apoyo de COCEMFE, AECID y Fundación Once.